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Los hábitos de conducción están cambiando. Aunque muchos usuarios valoren aspectos del vehículo como el precio y la potencia, cada vez hay más personas que pasan a analizar aspectos ecológicos del coche que están a punto de comprar.

Los problemas medioambientales están al orden del día. Aunque las administraciones hayan declarado la guerra a la contaminación, los conductores también saben que unos consumos bajos son sinónimo de ahorro de combustible y en el precio final del vehículo. Así pues, la conducción ecológica se acaba convirtiendo en algo muy atractivo para los conductores, que se ve beneficiado con una reducción relevante de los costes.

Hay algunos trucos para que cualquier persona pueda llegar reducir su consumo medio de combustible, y convertirse en un conductor verdaderamente responsable con el planeta. El único truco es cambiar de hábitos y tener en cuenta como nuestras conductas al volante pueden afectar a las emisiones que generamos. Estas son algunas recomendaciones.

1. Controla bien las marchas

El dominio del cambio de marchas es clave para una conducción sostenible. Esta es una de las fases que más suele costar a los conductores noveles, pero que vale la pena aprender a perfeccionar.

Lo mejor para una conducción eficiente es circular a bajas revoluciones, es decir, cambiando de marcha tan pronto como sea posible, circulando con las relaciones más largas. Esto hace que el vehículo produzca una menor combustión ya que forzará menos el motor.

Además, no solo ayuda a ser más sostenible a la hora de conducir, sino que esto también es clave para cuidar del vehículo, para no tener que frecuentar el taller más de lo que nos gustaría.

2. Mantén una velocidad homogénea

Ni los frenazos ni los acelerones son buenos para el consumo. Lo mejor es conducir con la calma, para emitir poco y gastar menos combustible.

Para poder llevar una velocidad constante sin abusar del acelerador, lo mejor es prevenir. Es decir, ¿te vas a tener que parar en aproximadamente 1 kilómetro? Pues no quieras poner el coche a 100 km/h, ya que vas a consumir una buena cantidad de combustible para llegar a esta velocidad.

Una buena idea también es aprovechar la inercia del vehículo. Es decir, ¿tienes que acelerar y hay una bajada unos metros más adelante? Entonces presiona el acelerador en el terreno descendente, aprovechando el terreno y los medios naturales para alcanzar velocidad.

3. Ten el vehículo a punto

No olvides que el mantenimiento adecuado es clave para que nuestro vehículo cumpla con los estándares sostenibles.

Asegúrate de tener el coche a punto antes de viajar, y pídele a un experto que preste especial atención a los elementos responsables de controlar las emisiones, como los catalizadores.

Otro elemento responsable del consumo son los neumáticos. Si no tienen la presión adecuada pueden estar aumentando las emisiones de nuestro vehículo.

4. Cuidado con las ventanillas y el aire acondicionado

Es un clásico: pero las ventanillas abiertas y el aire acondicionado hacen aumentar el consumo. Entonces, si hace calor, ¿qué debemos hacer? Si circulamos a velocidades bajas, lo mejor es abrir las ventanillas, ya que la resistencia del vehículo no es tan elevada como cuando circulamos a altas velocidades. A la que superamos, aproximadamente, los 50 km/h, lo mejor es pasarse al aire acondicionado.

5. Evita una carga exagerada

A veces es inevitable: si hacemos un gran viaje, llenamos el coche con todo lo que podamos necesitar. Pero todo aquello que podamos evitar debe quedarse en casa. Como más pesa el vehículo, más consumirá.

Piensa que el volumen de combustible también puede afectar al peso del vehículo. Lo mejor es llenar el depósito, más o menos, hasta la mitad. Recuerda que tampoco es bueno circular en reserva, lo que significa que vas a tener que pasar por la gasolinera más a menudo. Pero según el coche que tengas, vale la pena.

A la hora de manejar ten  en cuenta éstas recomendaciones y así estarás contribuyendo con el medio ambiente. Visítanos en www.sismt.cl